10/1/17

El complemento del calcio [10-1-17]


El complemento del calcio

La vitamina D propicia la fijación del calcio en los huesos. Se obtiene de los rayos solares, pero los adultos mayores tienen dificultades para sintetizarla. Este nutriente está en los lácteos, la yema de huevo y los aceites de hígado de pescado.

Más de la mitad de las mujeres con osteoporosis en el mundo tienen niveles inadecuados de vitamina D. Así lo revela una encuesta realizada entre 400 mujeres mayores de 50 años del Perú, Argentina, Brasil, México y Venezuela. Solo el 2% de ellas toman vitamina D.

La encuesta, patrocinada por el laboratorio Merck Sharp & Dohme, reveló además que las mujeres que manifestaron no estar en riesgo de padecer la enfermedad dieron como razones la práctica frecuente de ejercicio (20%), la ausencia de dolor (18%) y el estar saludables (17%).

"Después de la menopausia, con la disminución de estrógenos aumenta el riesgo de osteoporosis, y se suma a esto la falta de vitamina D, que evita la absorción correcta del calcio. Todo esto puede afectar al hueso, provocar descalcificación y aumentar por lo tanto la presencia de osteoporosis y de fracturas. Hay una relación positiva entre la falta de vitamina D más fracturas", comenta el doctor Oswaldo Castañeda, reumatólogo y profesor de la Universidad Cayetano Heredia.

La vitamina D es fundamental para el crecimiento y desarrollo corporal, para la mineralización de los huesos durante el crecimiento y en los adultos para el buen mantenimiento de huesos y dientes.

Este nutriente se encuentra en los alimentos lácteos, en la yema de huevo y en los aceites de hígado de pescado y también se adquiere de la exposición al sol (se convierte el ergosterol de la piel en vitamina D). Su escasez en el organismo ocasiona alteraciones óseas, metabólicas y trastornos dentales. Su exceso, en cambio, provoca debilidad, cansancio, cefaleas y náuseas.


ADULTOS MAYORES

Es importante recordar que en los adultos mayores la piel disminuye su capacidad de convertir la luz solar en vitamina D y el riñón la de convertirla en su forma activa.

Debemos tener en cuenta que durante la menopausia aumenta la actividad de las células que degeneran los huesos (llamadas osteoclastos), por lo que estos pierden progresivamente su masa y su fuerza, y son más propensos a fracturarse.

La osteoporosis consiste en la disminución progresiva de la masa ósea, que ocasiona que los huesos se vuelvan frágiles y propensos a las fracturas. Esta enfermedad afecta a una de cada tres mujeres de 60 a 70 años y a dos de cada tres mujeres de más de 80 años (aproximadamente 200 millones en todo el mundo).

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